El convite menos deseado para los "justicieros". Cristina los obligó a posicionarse en el lugar mas "inseguro y expuesto" al bardo popular. Su rechazo a la democracia, es una aceptación que ellos custodian intereses, la de ellos y la de la generación sucesoria de familiares y amigos a ocupar los estrados de los privilegios, y la de sectores económicos, que en una especie de mutualismo, interactúan para que la matriz de poder no cambie de manos , no se les escurra hacia la base de la pirámide del reparto que ellos construyeron y mantuvieron durante siglos, y que por la acción de "locos populistas", ha sido modificada. Han quedado expuestos los señorías por el fallo ineludible en el sentido del beneficiario y eso acrecienta sus odios hacia quien, que paradójicamente y a expensas del mismo, puede transformarse en receptor/a de una simpatía de masa que reacciona ante tanta soberbia y privilegios.
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