lunes, 13 de julio de 2009

Cleto y yo: un cuento de Cristina

Cleto es delgado, peludo y suave.Tan blando por fuera como por dentro.Como si no tuviera huesos.Genuflexo diría.Solo los espejos de sus ojos,parecen mas duros.
Lo dejo suelto y se va al campo.Acaricia suavemente los trigales,le encanta ver los sembradíos.Hectáreas de sembradíos.Lo llamo nerviosamente "¿Cleto"? y viene hacia mi con un trotecillo alegre que parece que se ríe.¿No estará riendose de Mi?
Come cuanto le doy.Especialmente uvas moscateles.Sin embargo,esta cambiando su dieta:ahora le gustan,y mucho,los cereales.Especialmente la soja.
Cuando paso sobre él,los Domingos,los hombres de campo,limpios y despaciosos en sus 4x4,lo miran:!Idolo!
!tien'acero!.Tiene acero y plata de luna.Y va por mucha mas ...plata.
Fué en aquellos trabajosos dias de Marzo que comenzó a morderme la mano cuando le daba de comer.Sentí escalofrío.
Y allí,en penitencia,125 rayos de ira resolutiva se descargaran sobre Tí,como consecuencia de tu energía No positiva ¡joder!.

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